El profe, con la paciencia agotada, no tuvo más remedio que actuar… y vaya de qué forma.
Cuando la paciencia se agota
¡O te callas o te callo!, parece haber dicho este profesor a su alumna, una inocente chica que sólo insistía en utilizar su celular en clases.
El profe, con la paciencia agotada, no tuvo más remedio que actuar… y vaya de qué forma.
El profe, con la paciencia agotada, no tuvo más remedio que actuar… y vaya de qué forma.
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